longevidadcogniciónnutriciónejercicio

Preguntas y respuestas sobre la longevidad con Peter Attia

7 min

Este artículo recoge ideas compartidas por el Dr. Peter Attia en una sesión de preguntas y respuestas. Atribuimos sus planteamientos y recomendamos ver la conversación completa para el contexto y los matices de cada respuesta. Puedes ver el video en YouTube aquí: Peter Attia MD — Q&A.

Attia explica que su interés por la longevidad comenzó de forma personal. El nacimiento de su hija lo enfrentó a la idea de finitud y lo llevó a preguntarse cómo podía aumentar la cantidad y la calidad de los años que viviría. A eso se sumaron antecedentes familiares que le hicieron tomar en serio su propio riesgo y explorar con rigor qué podía hacer al respecto.

En la conversación surge el tema de la proteína dietaria. Attia recuerda que, siempre que sea posible, es preferible cubrir los requerimientos con comida. Aun así, para muchas personas —y en especial para mujeres— puede ser difícil alcanzar la cantidad necesaria solo con alimentos. En esos casos, suplementos como el suero de leche (whey) o caseína —ambos derivados lácteos— suelen funcionar bien por su perfil de aminoácidos y buena disponibilidad. Señala además que la intolerancia a lácteos muchas veces se debe al carbohidrato (lactosa) y no a las proteínas; por eso, varias personas que no toleran lácteos sí pueden tolerar estos suplementos proteicos. El objetivo práctico es encontrar lo que mejor se ajusta a cada caso.

También comenta la proteína Klotho, estudiada por la neuróloga Dena Dubal (UCSF). Es una proteína producida por el propio cuerpo, que tiende a disminuir con la edad, pero puede aumentar transitoriamente con el ejercicio. En modelos animales parece proteger el cerebro: en ratones y monos con deterioro cognitivo, su administración revierte déficits; en animales sanos, incluso mejora el rendimiento cognitivo. Se esperan estudios en humanos durante los próximos años; con resultados favorables, podría evaluarse como tratamiento o prevención del deterioro cognitivo en un horizonte de varios años.

Sobre el gen APOE, precisa que existen tres variantes principales (2, 3 y 4), de las que cada persona hereda dos copias. Quienes tienen la combinación 4/4 presentan un riesgo mayor de enfermedad de Alzheimer; quienes tienen 3/4, un riesgo intermedio. Sin embargo, recalca que el riesgo nunca es cero: tener un cerebro implica, por definición, tener riesgo. Además, las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada en esta enfermedad, algo que aún no se comprende del todo. Aun siendo 3/3 —la combinación más frecuente— su recomendación es actuar como si se fuera de alto riesgo: priorizar el ejercicio como pilar para salud cerebral y sostener hábitos de nutrición y sueño consistentes.

Por último, ante la pregunta sobre una caída y fractura de cadera seguida de un deterioro cognitivo, su intuición es que existe relación. El periodo de inactividad profunda que suele seguir a un evento así —física y, muchas veces, también cognitiva— puede acelerar la trayectoria de declive. Tal vez ese deterioro habría ocurrido igual con los años, pero el golpe y la inactividad pueden adelantarlo. Es un recordatorio más de por qué prevenir caídas y mantenernos activos es tan importante a lo largo de la vida.

Si te interesa profundizar, vale la pena revisar el video completo. Ahí encontrarás el tono, las aclaraciones y los ejemplos originales en la voz de Attia. Este texto busca resumir de forma clara y cercana los puntos más útiles para el día a día, siempre con el crédito y la invitación a acudir a la fuente.

Preguntas y respuestas sobre la longevidad con Peter Attia | Centro de longevidad